En la actualidad, cada EPI dispone de certificación o lleva la marca de "Declaración de conformidad UE" de acuerdo con el Reglamento sobre EPI (UE) 2016/425. Se realizan ensayos exhaustivos y existen requisitos de rendimiento determinados según la normativa del producto, que confirman el nivel de protección del EPI.

En la práctica, en cambio, está claro que algunos EPI se utilizan de forma inadecuada o que se modifican en la cadena de suministro o por parte de los usuarios. La experiencia demuestra que a menudo se combinan distintos EPI sin haber realizado ensayos sobre interferencias o cambios en el rendimiento de la protección si se utilizan en combinación. En consecuencia, el EPI puede perder su rendimiento de protección certificado sin que el usuario sea consciente de ello.

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